"Vivir en situación de pobreza incrementa el riesgo de padecer tuberculosis y reduce el interés por investigarla"
• Uno de cada cuatro casos de tuberculosis en el mundo se da en la India.

La Fundación Vicente Ferrer reclama, con motivo del Día Mundial de la Tuberculosis (24 de marzo), más investigación médica para acabar con esta enfermedad. La tuberculosis, a pesar de ser curable, mata cada año a más de 1,6 millones de personas en todo el mundo y en 2021, se diagnosticaron 10.6 millones nuevos pacientes, empujando a un gran número de estos a la pobreza y al estigma social.
“La tuberculosis es una enfermedad ya conocida desde el tiempo de los antiguos egipcios, pero los avances que se han producido para su erradicación son escasos”, apunta el doctor Gerardo Alvarez-Uría, director del Hospital de Enfermedades Infecciosas del Hospital de la Fundación Vicente Ferrer en el sur de la India. El 80% de personas que viven con esa enfermedad viven en países de rentas bajas y medias. “La tuberculosis es una enfermedad de pobres. Vivir en situación de pobreza incrementa el riesgo de padecerla y reduce el interés por investigarla”, explica el doctor Udayakanth Panda, de ese mismo centro.
“El principal tratamiento que utilizamos hoy en día fue descubierto hace más de 80 años y tan sólo hace cuatro años que disponemos de un tratamiento oral para tratar la tuberculosis multirresistente sin las dolorosas inyecciones que se daban antes”, añade el Dr. Gerardo.
Mejorar la adherencia con el tratamiento oral
En 2021, el citado Hospital de la FVF se convirtió en el primer centro privado de toda la India en disponer de un tratamiento totalmente oral para tratar la tuberculosis extremadamente resistente con menores efectos secundarios. “Los efectos secundarios de estas inyecciones solían impedir a los pacientes seguir trabajando, empujándolos todavía más a una situación de vulnerabilidad a ellos y a sus familias”, señala el doctor Alvarez-Uría. El régimen oral ha mejorado la adherencia al tratamiento de estos pacientes y su recuperación.

Pushpa* es una de las 130.000 personas diagnosticadas con tuberculosis multirresistente en la India, país en el que se registran el 27% de este tipo de casos.
“Tomaba cinco pastillas y debía ponerme una inyección diaria. La medicación es gratuita, pero debía ir a un médico local para que me la administrara. Este me cobraba 50 rupias (unos 60 céntimos de euro) por inyección y yo ganaba diariamente 1,20€ (100 rupias). Si me las ponía no podía comprar comida para mis hijos”, explica Pushpa para describir cómo el abandono de la medicación fue por motivos económicos.
Pero la esperanza para la tuberculosis multirresistente llegó con el régimen oral, el cual mejoró el acceso al tratamiento a pacientes como Pushpa*.
La reunión de alto nivel de las Naciones Unidas, que se celebrará en septiembre de este año, brindará una oportunidad para impulsar compromisos políticos y sociales y avanzar más rápidamente en la lucha contra esta enfermedad que hace tanto tiempo que causa estragos. El objetivo es hacer frente a las desigualdades y poner fin a esta enfermedad prevenible y curable. Mitigar el impacto de la enfermedad es una carrera de fondo, y para ello se requiere de una investigación médica constante y a largo plazo.
El compromiso de la FVF
Cada año más de 1,600 personas, reciben tratamiento para la tuberculosis en el Hospital para Enfermedades Infecciosas de la FVF en el sur de la India. De estos pacientes, un 10% son diagnosticados con tuberculosis resistente y extremadamente resistente.

En los últimos años el Gobierno de la India ha reforzado notablemente el esfuerzo económico para mejorar el programa nacional contra la tuberculosis aumentando el presupuesto para instalaciones hospitalarias y los tratamientos. Aún así, la enfermedad continúa propagándose a un ritmo vertiginoso en todo el mundo. Acabar con la epidemia de tuberculosis para 2030 es una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Fotografía: Aina Valldaura | Roberto Rodríguez | Albert Uriach