Jyothy, ginecóloga: "En las aldeas aún hay mucha gente que cree que el cáncer se contagia"

Cada año en la India se diagnostican 122.844 casos de mujeres con cáncer de cérvix de la cuales 67.477 mueren de la enfermedad, según un artículo publicado en el 2015 en la revista internacional de la salud de la mujer. India tiene una población de 432.2 millones de mujeres mayores de 15 años que están en riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Esta enfermedad es el segunda más común entre las mujeres de las edades de entre 15 y 44 años. El número de casos aumenta en zonas rurales donde la sanidad es menos accesible. La Fundación Vicente Ferrer (FVF) trabaja para concienciar sobre la importancia de las revisiones médicas periódicas para la prevención de este tipo de cáncer. La doctora Jyothy, ginecóloga del Departamento de Ginecología del Hospital de Bathalapalli, afirma que las mujeres de la India rural necesitan más información sobre las enfermedades a las que están expuestas y sus prevenciones.
¿Cuál es el estigma de tener cáncer en la India?
En las aldeas aún hay mucha gente que cree que es una enfermedad de transmisión, así que una persona con cáncer tiene un alto riesgo de exclusión social. Hay familias que evitan cualquier tipo de contacto físico con una persona enferma de cáncer y no quieren cuidar de ella por miedo a que les transmita la enfermedad. Es por esto que encontramos a gente que se niega a someterse a pruebas médicas por miedo a que le detecten algún tipo de cáncer. Hay falta de educación sobre las enfermedades, no saben que el cáncer se puede prevenir y tratar. Nuestra misión es la de informarles para que no tengan miedo a enfrentarse a este tipo de enfermedades.
¿Cómo hacéis para convencer a la gente para que se sometan a una revisión?
Las comunidades no están concienciadas de lo importante que es una revisión médica periódica. Es complicado que la gente venga hasta el hospital para hacerse revisiones si no padecen ningún síntoma. Algunos pacientes se acercan al hospital cuando los síntomas del cáncer son muy evidentes y este ya se encuentra en una fase muy avanzada. Lo que queremos desde la Fundación es prevenir llegar hasta este punto. Cuando las pacientes vienen en el hospital para cualquier otra razón aprovechamos la oportunidad para hacerles un cribado de cáncer de cérvix y de ovarios para prevenir el desarrollo de cualquier lesión pre cancerosa o cancerosa que pueda haber.
¿Cómo se lucha desde la Fundación para acercar la información a la gente de las aldeas?
Muchas aldeas están a unos 100 kilómetros del hospital y hay familias que no tienen medios para venir hasta aquí, así que les traemos el hospital a sus aldeas. Tenemos cuatro Centros de salud rural en el área de Bathalapalli, en Narpala, en Kokkanti Crose y en Gangam Palli, donde hay un responsable de salud que es quien les anima para hacerse revisiones médicas periódicas en estos centros. Tenemos un programa llamado "Cáncer Screening Camps" con el que cada viernes vamos a un pueblo distinto donde informamos hacemos exámenes médicos. Es muy importante concienciar no solo a las mujeres, sino a las familias enteras lo importante que son estas pruebas para prevenir este tipo de enfermedades. En estas charlas de concienciación tenemos mucho cuidado en cómo les presentamos la información. Intentamos no usar la palabra "cáncer" porque es una palabra muy fuerte y la gente pasa miedo y vergüenza. Usamos el término de "Human Health Care" y aprovechamos estas visitas médicas para hacer revisiones completas de salud, en la que también incluimos el cribado de cáncer de cérvix. Si en los resultados de estas pruebas encontramos cualquier tipo de anomalía, aconsejamos a los pacientes que vayan al hospital de Bathalapalli y se traten.
¿Cómo se trata el cáncer cervical?
En el caso que se detecte una paciente con lesiones cancerosas procedemos a la histerectomía, que es la operación para extirpar el cáncer cervical en fases tempranas y posteriormente tratamos la paciente con quimioterapia si fuera necesario. Las pacientes que necesitan someterse a tratamientos más largos de radioterapia los mandamos a hospitales de Anantapur, Kurnool o Tirupati. El problema llega cuando estas familias tienen que dejar sus trabajos para ir a otro hospital generando pérdidas en los ingresos económicos de la familia. Muchas mujeres piensan que es mejor sufrir y morir en casa que tener que hacer pasar por todas estas dificultades a sus familias. Por esto tenemos que concienciar a las familias de que la mujer es muy importante para la comunidad y que es esencial que todos los miembros actúen de acuerdo para ayudar a la mujer enferma. Hay que intentar cambiar la mentalidad de las familias que piensan que no merece la pena pasar por todo lo que conlleva someterse al tratamiento.
Texto: Anna López Figueras