Doctor Manohar: "Muchos casos de trastorno convulsivo son consecuencia de la desatención sanitaria de las embarazadas"

El Hospital de Bathalapalli de la Fundación Vicente Ferrer (FVF) trabaja desde hace más de un año con un protocolo de actuación específico para menores con trastorno convulsivo. De la atención directa de estos niños y niñas se encargan el doctor Manohar Gandhi y la enfermera comunitaria Saraswathi, quienes garantizan un seguimiento adecuado. Hablamos con ellos acerca de estas enfermedades y sus consecuencias para los menores y sus familias.
¿Qué es un “trastorno convulsivo” y cuáles son los casos que atiende la FVF?
Manohar: Trastorno convulsivo es cualquier alteración periódica de la actividad eléctrica cerebral. Dentro de los casos de trastorno convulsivo, en el Hospital de Bathalapalli, atendemos a menores con epilepsia, niños con parálisis cerebral que tienen convulsiones y casos de neurogranuloma.
Se considera que los menores tienen epilepsia cuando se producen dos o más convulsiones durante más de 24 horas. En el caso de los niños con parálisis cerebral, generalmente son atendidos en los centros especializados de la FVF, pero nos derivan aquellos casos que presenten convulsiones. Los casos de neurogranuloma pueden producirse como consecuencia de la tuberculosis cerebral y la neurocisticercosis (parásito en el cerebro). Este es un caso especialmente común en esta zona de la India.
¿Cuáles son las causas? ¿Pueden prevenirse estos casos?
Manohar: En los casos de epilepsia no hay un patrón común que determine las causas, pero en su mayoría suelen estar derivados de las malas condiciones de las madres durante el embarazo. Muchas de ellas sufren partos prematuros, preclamsia o anemia, enfermedades todas ellas que dificultan el nacimiento sano del bebé.
Por otra parte, la parálisis cerebral se produce por una interrupción del crecimiento del cerebro, derivaba de otras enfermedades como la falta de glucosa o por algún tipo de accidente. Estos casos, derivan también en discapacidades físicas.
Las causas que sí son más conocidas son las del neurogranuloma, que suelen derivar de la tuberculosis cerebral o de parásitos presentes en la comida o de carne mal cocinada.
Todas estas enfermedades pueden prevenirse educando en salud. La parálisis cerebral o los casos de neurogranuloma, se previenen a través del cuidado durante el embarazo o el cuidado en la alimentación e higiene de la madre.
¿Pueden estos niños y niñas llevar una vida normal?
Manohar: Sí, mientras sigan el tratamiento indicado. De hecho, no suele ser un régimen para toda la vida. Algunos menores sólo necesitan tomar la medicación durante tres meses. Otros durante tres años. Todo en función de la evolución de cada uno. Por eso es realmente importante hacer un seguimiento de estos niños y niñas. Y sobre todo, lo que no deben olvidar las familias, son las visitas regulares al hospital, al menos, cada dos meses.
¿Cuál es el protocolo de actuación y cuál es vuestra labor?
Manohar: Desde hace más de un año, en el Hospital de Bathalapalli trabajamos con un protocolo de actuación específico para estos niños y niñas. Esta forma de actuar nos sirve para definir concretamente el trastorno y proporcionar la medicación adecuada. Un día a la semana, en la consulta número 5, la enfermera Saraswathi y yo, nos encargamos de atender personalmente a todas las familias de estos menores.
Saraswathi: Yo me encargo de estar pendiente de la última visita y de informarles sobre lo que padecen sus hijos e hijas con claridad. En muchos casos, las familias desconocen lo que les ocurre, por lo que es muy importante que conozcan y entiendan todas las características del trastorno, para poder enfrentarse a ellas sin problema.
¿Cuántos niños y niñas con este tipo de trastornos atiende la FVF?
Saraswathi: Actualmente atendemos a unos 400 niños y niñas quienes padecen un trastorno convulsivo, de los cuales 352 eran casos antiguos, y 46 son casos recientes, de hace unos dos meses.
Manohar: El aumento significativo de estos casos muestra la importancia de atender específicamente a estos niños y niñas, más allá de las consultas de pediatría habituales, ya que garantizan una mejor recuperación y seguimiento.
¿Por qué es importante la labor de la enfermera comunitaria?
Manohar: Más que importante es fundamental, porque se acaba convirtiendo en la persona intermediaria y de mayor cercanía con las familias. Se encarga de atender todos y cada uno de los casos de forma personalizada. Además de sus labores propias como enfermera, en tanto al recibimiento, anotación de los casos y seguimiento de los pacientes, hace también de educadora. Su labor va más allá, pues hace todo lo posible para que las familias entiendan correctamente la situación y el caso que padecen sus hijas o hijos.
Texto: Irene G. Dugo